Estudio de alcance sobre la resiliencia del sistema educativo
La perturbación mundial producto de la pandemia del COVID-19 puso de manifiesto las debilidades de los sistemas educativos, incluso de los mejor financiados y más avanzados. En las próximas décadas se prevén futuros trastornos para la educación, provenientes del cambio climático, los conflictos armados, los desplazamientos y las nuevas amenazas derivadas de avances tecnológicos como la inteligencia artificial generativa.
A medida que los sistemas educativos se recuperan de las crisis pasadas o presentes, está claro que los formuladores de políticas y las partes interesadas tendrán que anticiparse a los desafíos futuros e incorporar la adaptabilidad a los diversos aspectos del sistema educativo. Esta adaptabilidad garantizará la continuidad del aprendizaje y el bienestar de los alumnos. El término "resiliencia del sistema educativo" (ESR) se utiliza cada vez más para describir estos esfuerzos intencionales por dotar a los sistemas educativos de la fortaleza necesaria para resistir y adaptarse a una gama cada vez más amplia de alteraciones.
Un reciente estudio de alcance encargado por el programa KIX de la AME presenta una revisión de literatura sobre la conceptualización de la ESR, así como la manera en que se entiende y se implementa en las políticas y planes de diez países socios de la AME. El estudio de alcance se basa en una revisión bibliográfica, el análisis de documentos de política y entrevistas a informantes clave como representantes de departamentos de planificación educativa.
El estudio constató una falta de consenso sobre el significado de la ESR en la teoría y en la práctica. Se reconoce sistemáticamente que una característica definitoria de los sistemas educativos resilientes es contar con una planificación eficaz para hacer frente a las crisis. Las políticas que incluyen la reducción del riesgo ante desastres, una planificación de la educación sensible a las crisis y la consideración de los efectos del cambio climático suelen considerarse como evidencia de la resiliencia del sistema educativo. El estudio también constató que la comprensión y la implementación de la ESR siguen desarrollándose y evolucionando en la práctica y que los países seleccionados para el estudio están tratando de implementarla de diferentes maneras. Las medidas de RSE existentes están relacionadas sobre todo con crisis y emergencias, especialmente desastres naturales y conflictos, y los esfuerzos de resiliencia se ven obstaculizados por los acuciantes desafíos del presente. Por último, el estudio demostró que no se presta suficiente atención a los grupos marginados en el proceso de planificación y que las actividades relacionadas con la resiliencia del sistema educativo suelen depender de los donantes.
El estudio plantea recomendaciones de investigación para comprender mejor cómo se materializa en la práctica la resiliencia del sistema educativo y qué la posibilita o la obstaculiza en distintos contextos.
Para más información, lea el estudio de alcance completo.