Tres lecciones sobre cómo adaptar las soluciones educativas a escala

Por : Serhiy Kovalchuk,Erin Gilchrist Posted: 09 Junio 2022

En esta serie de blogs, destacamos los resultados emergentes del Intercambio en Conocimiento e Innovación de la GPE que demuestran cómo se puede generar y movilizar evidencia impulsada por la demanda para apoyar el fortalecimiento de los sistemas educativos en el Sur Global. Este blog ha sido producido utilizando notas tomadas durante un taller organizado por KIX en la Conferencia de la Sociedad de Educación Internacional y Comparada en abril de 2022, y breves piezas de reflexión preparadas por ocho proyectos de investigación aplicada de KIX - explórelos todos aquí.

Este blog también se ha publicado en el blog de Educación para todos de la GPE.

 

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Créditos: GPE/Arlene Bax

Ampliar la escala de las innovaciones educativas que han funcionado se ha convertido en una de las principales soluciones para abordar los problemas de acceso y calidad en el Sur Global. Pero hacerlo no es tan simple como aplicar a un nuevo contexto el enfoque probado y ensayado. Para ampliar la escala de manera exitosa, las innovaciones deben adaptarse a configuraciones únicas y a las necesidades del usuario mientras se considera qué elementos del diseño original se deben mantener.

Existe un conocimiento limitado sobre lo que implica la adaptación a nivel práctico, especialmente en contextos donde los recursos, las capacidades y la evidencia son limitados y el progreso en la educación es lento. La adaptación puede verse como una "caja negra" en la investigación y la práctica educativas, que debe abrirse para que podamos traducir mejor las innovaciones en políticas y prácticas mejoradas a escala.

Muchos proyectos financiados a través del Intercambio en Conocimiento e Innovación (KIX) de la Alianza Global para la Educación han estado intentando abrir esta caja negra, incluyendo ocho que participaron en un taller reciente en la conferencia de la Sociedad de Educación Internacional y Comparada. Tres lecciones principales surgieron durante el taller: la necesidad de una mentalidad de adaptación, los elementos clave para adaptar las innovaciones y la importancia de la participación temprana e inclusiva de las partes interesadas relevantes. Cada una de ellas está respaldada por metodologías y herramientas específicas.

Qué aprendimos de la experiencia de ocho proyectos

1. La adaptación es una forma de pensar. La adaptación exitosa, según los participantes del taller, requiere adoptar una forma de pensar que proporcione una base para todo el proceso. Esta forma de pensar implica incorporar la adaptación en el proceso de ampliación de la escala desde el principio; ser reflexivo y flexible; y ver la adaptación como algo continuo.

Para la mayoría de los ocho proyectos presentados, la adaptación se incorporó en el diseño y se consideró desde el principio. El proyecto Usando la tecnología para mejorar la alfabetización por ejemplo, ha estado utilizando el modelo ADDIE (siglas en inglés para evaluar, diseñar, desarrollar, implementar y evaluar) para crear y perfeccionar su software de alfabetización y materiales de apoyo. Otros proyectos reflexionan periódicamente en sus notas de campo y otros datos para informar la adaptación de manera sistemática. Todos los equipos de proyecto creen que la adaptación debe ocurrir en todas las etapas del proceso de ampliación de la escala e incluso después de que se complete.

Adoptar una mentalidad de adaptación también significa ver la adaptación como una práctica social culturalmente arraigada. El proyecto TPD@Scale, por ejemplo, optó por adoptar un enfoque participativo y relacional, posicionando a los usuarios —los responsables del desarrollo profesional docente, los representantes de los sindicatos docentes y los propios docentes— como expertos en conocimiento, y trabajando junto con ellos en la adaptación de la innovación. El enfoque también implica ser consciente de que el conocimiento y las experiencias pasadas tanto de los innovadores como de los usuarios dan forma al proceso de adaptación, junto con procesos políticos, culturales y sociales más amplios. Como tal, una innovación puede verse como el producto de un proceso colectivo de adaptación entre innovadores y usuarios.

2. Elementos clave para adaptar la innovación. El proceso de adaptación de una innovación, según los participantes, implica cuatro elementos clave: evaluar su relevancia y eficacia en nuevos contextos; decidir cuáles de sus elementos centrales deben preservarse y cuáles pueden ajustarse o dejarse ir; contextualizar la innovación; y prestar atención a los factores que influyen en su calidad.

El proyecto War Child Holland que trabaja en escalar la tecnología educativa para mejorar la alfabetización y la aritmética entre los niños refugiados y desplazados, señala que evaluar la relevancia de una innovación es un primer paso necesario para una adaptación y ampliación de la escala exitosas. El proyecto utiliza un análisis de red de políticas para identificar oportunidades y obstáculos para la ampliación de la escala en los países de enfoque. La evaluación de la pertinencia puede implicar mostrar cómo la innovación aborda las prioridades educativas del país; si se ha implementado en contextos similares y ha demostrado ser exitosa; si se puede transferir fácilmente y adaptar a nuevos contextos, y cuánto puede costar.

A medida que los proyectos adaptan las innovaciones a los nuevos contextos, deben distinguir entre los elementos centrales de la innovación que deben conservarse y aquellos que pueden simplificarse, ajustarse o eliminarse. La red People Action Learning Network, por ejemplo, primero diseñó un marco de evaluación común para las habilidades de alfabetización y aritmética tempranas para que sirviera como punto de referencia en todos los contextos. Con este marco establecido, comenzaron a desarrollar medios de evaluación que fueran relevantes tanto a nivel global como local. Aquí es donde encontraron espacio para el ajuste y la selección de los elementos de evaluación.

Para contextualizar una innovación, los proyectos pueden, entre otras cosas, desarrollar contenido culturalmente apropiado y alinearlo con los estándares curriculares nacionales; traducir el contenido a los idiomas locales y proporcionar acceso en línea y fuera de línea, especialmente para las innovaciones basadas en tecnología. Por ejemplo, como parte del proceso de adaptación, el proyecto Unlock  Literacy Learning Network de World Vision trabaja con sus oficinas de país y miembros de la comunidad para adaptar sus juegos de herramientas de alfabetización a los contextos de los países, traduciéndolos a los idiomas locales e incluyendo o excluyendo actividades de los kits de herramientas de acuerdo con su adecuación cultural.

Algunos proyectos también desarrollan herramientas para monitorear la calidad de una innovación adaptada y su implementación para que puedan refinar y ajustar la innovación según sea necesario. Como ejemplo, War Child Holland utiliza dichas herramientas para generar datos de implementación estandarizados en diferentes entornos y para aplicar criterios mínimos de calidad y mecanismos de "corrección" de calidad durante la implementación.

3. Participación de las partes interesadas pertinentes. Cuanta más aceptación y apropiación tenga una innovación por parte de las partes interesadas locales, mayores serán sus posibilidades de éxito. Cuando se involucran en una etapa temprana, las partes interesadas, tales como los funcionarios del ministerio, las autoridades locales, los maestros de escuela y los miembros de la comunidad, pueden convertirse en campeones de la innovación. Los proyectos de KIX han trabajado para involucrar a las partes interesadas relevantes en la adaptación y la ampliación de la escala desde el principio. Por lo general, utilizan un análisis de redes sociales para identificar a quién necesitan involucrar.

El proyecto Data Must Speak por ejemplo, utiliza un proceso de creación conjunta que involucra a funcionarios del ministerio de educación, investigadores locales y otras partes interesadas del país en el diseño y la implementación de la investigación. Si bien el proceso consume tiempo y recursos, asegura que la investigación esté alineada con las prioridades educativas del país y maximiza la utilidad de los hallazgos para el diseño e implementación de políticas.

El proyecto Uso de datos para mejorar la equidad educativa y la inclusión (MICS-EAGLE) consulta a los funcionarios del ministerio de educación antes de desarrollar su hoja de datos estadísticos para que pueda adaptarse a las necesidades del país. Otros proyectos, tales como Usando la tecnología para mejorar la alfabetización, han establecido grupos de trabajo técnicos que reúnen a las partes interesadas relevantes.

Involucrar a las partes interesadas relevantes en la adaptación y la ampliación de la escala también ayuda a fortalecer su capacidad. El proyecto Innovaciones en el uso de datos para sistemas de información de gestión educativa (EMIS), por ejemplo, cree que la inversión en el desarrollo de capacidades y en los recursos comunitarios es clave para el éxito de la adaptación. Trabaja para capacitar a los equipos de EMIS dentro de los ministerios de educación para que ellos mismos puedan apropiarse de las innovaciones, adaptarlas a los contextos locales y participar en la creación conjunta de servicios de sistemas de información. 

Llaves faltantes de la caja negra de la adaptación de la innovación

Todavía queda un largo camino por recorrer antes de que podamos declarar que se ha abierto la caja negra de la adaptación de la innovación en el Sur Global. Para abrir la caja, debemos seguir documentando las experiencias tanto de investigadores como de profesionales que trabajan en la adaptación y ampliación de la escala de las innovaciones educativas en contextos de bajos ingresos.

Si bien a menudo escuchamos sobre los éxitos de las innovaciones basadas en los resultados de ensayos controlados aleatorios, escuchamos menos sobre los factores críticos de éxito que llevaron a lograr ese impacto y cómo lo lograron los innovadores.

Al escuchar las experiencias de proyectos como KIX de la GPE y compartir sus lecciones, podemos comenzar a abrir la caja negra de la adaptación de la innovación y, en última instancia, encontrar las respuestas necesarias para lograr el objetivo final de desarrollo: garantizar una educación de calidad para todos.

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