La consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible para la Educación requerirá la utilización de programas innovadores de educación alternativa

Posted: 29 Julio 2021
En este blog, Sangay Jamtsho, Oficial Senior de Programas de KIX, aborda el tema de los niños que no asisten a la escuela y los esfuerzos para facilitar su derecho a la educación. Este blog también presenta nuevos proyectos para Niños Fuera de la Escuela financiados a través de KIX.   
Créditos: ILO/Pradip Shakya

La educación representa las esperanzas y los sueños de los niños y jóvenes de todo el mundo para alcanzar su máximo potencial y contribuir a sociedades saludables y sostenibles. La falta de educación limita gravemente sus oportunidades económicas, sociales y políticas en la edad adulta. Por lo tanto, la Meta 4.1 de los ODS es "asegurar que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos” de aquí a 2030. Sin embargo, el número de niños fuera de la escuela (OOSC, por sus siglas en inglés) representa un gran desafío para lograr este objetivo. Sí continúan las tendencias actuales, estamos mal encaminados para cumplir con este compromiso, y uno de cada seis niños de edades entre 6 y 17 años seguirá excluido.

Según una hoja informativa del Instituto de Estadística de la UNESCO publicada justo antes de la pandemia de COVID-19, más de 258 millones de niños y jóvenes no asisten a la escuela. Más de un tercio de los niños fuera de la escuela (98 millones) viven en África subsahariana, mientras que se estima que alrededor de 30 millones se encuentran en el sur de Asia. Además de esto, la pandemia de COVID-19 obligó al cierre de escuelas afectando a más de 168 millones de niños en todo el mundo. A pesar del uso de opciones de enseñanza y aprendizaje a distancia, la limitada infraestructura de TIC y el escaso acceso han dejado a millones de niños pobres y rurales excluidos.

Una multitud de factores que se entrecruzan, como la pobreza, el trabajo infantil, la discriminación, el matrimonio infantil, la discapacidad, las barreras lingüísticas, las normas sociales, la insuficiencia de infraestructuras y personal escolar, los desastres naturales y los conflictos armados, limitan la participación de los niños en la educación. La pandemia exacerbó estos problemas y cogió a los sistemas educativos desprevenidos, lo que tuvo graves consecuencias negativas para la educación de los niños.

Desde su creación en 2010, la Iniciativa Global por los Niños Fuera de la Escuela ha apoyado a los países para que estudien y analicen a los OOSC, incluidos los que corren el riesgo de abandonar la escuela, con el fin de identificar, promover y aplicar políticas sólidas que aborden la exclusión. Se han probado varias intervenciones innovadoras y prometedoras, aunque con un alcance y una escala limitados para incluir a todas las categorías de OOSC. Por ejemplo, la Revisión de evidencia para la educación acelerada en África destaca los programas de Educación Acelerada (EA) como una de las innovaciones clave para niños fuera de la escuela. Son flexibles, apropiados para la edad y se ejecutan en un marco de tiempo acelerado que se adapta a las necesidades de aquellos que perdieron o vieron interrumpida su educación a causa de la pobreza, la marginación, los conflictos o las crisis.

Las campañas educativas de información y promoción resultan útiles sobre todo en contextos en los que los padres y las comunidades no comprenden la importancia y los beneficios a largo plazo de la educación. Pueden utilizarse para centrarse en la participación de las partes interesadas a nivel comunitario e intersectorial, y para abordar las prácticas y normas socioculturales que mantienen a los niños fuera de la escuela. La campaña #LaEducaciónContinua de The Global Education Coalition para garantizar la continuidad del aprendizaje de las niñas ofrece algunos recursos útiles para la participación de las partes interesadas. 

Para los niños y niñas que están en riesgo de abandonar la escuela, los programas extracurriculares específicos, el aprendizaje entre pares, el trabajo con los padres para mejorar su participación en la educación de los niños, la creación de un clima escolar positivo para abordar la exclusión social y las prácticas discriminatorias son algunas de las estrategias. Las relaciones de tutoría y el aprendizaje socioemocional para proteger o promover las competencias para el bienestar psicosocial contribuyen a resultados positivos de reintegración (se puede encontrar una discusión detallada aquí).

Aunque existen varias innovaciones e intervenciones en curso, estas tienden a ser más periféricas que las principales y benefician solo a pequeños grupos, son prometedoras pero requieren más conocimiento y evidencia sobre cómo, por qué y bajo qué circunstancias funcionan o no. Es necesario trabajar más para comprender su eficacia, sostenibilidad y escalabilidad.

En este contexto, el Intercambio en Conocimiento e Innovación (KIX) de la Alianza Global para la Educación lanzó recientemente cuatro proyectos de investigación que abordan a los niños fuera de la escuela. Estos proyectos son implementados por un consorcio de organizaciones no gubernamentales e instituciones académicas y de investigación. Los proyectos incluyen trabajo en 15 países socios de la GPE repartidos por África subsahariana y el sur de Asia. Estos proyectos se enfocan en intervenciones educativas innovadoras y prometedoras para los niños fuera de la escuela de comunidades rurales y marginadas que les permitirán hacer la transición a la educación formal o al empleo. 

El proyecto Back2School tiene como objetivo generar evidencia en apoyo de la ampliación de un programa de aprendizaje acelerado para facilitar la reintegración de las niñas rurales que no asisten a la escuela al sistema educativo general en Etiopía, Kenia y Tanzania. El proyecto perfeccionará el modelo de Educación y Capacitación Básicas Complementarias en Tanzania (COBET) generando conocimiento sobre enfoques efectivos para adaptar, escalar y promover su adopción en los países del proyecto. COBET es un programa EA con un plan de estudios especialmente diseñado para ayudar a los niños fuera de la escuela a ponerse al día y adquirir habilidades numéricas, alfabetización y para la vida apropiadas para su edad, y eventualmente integrarlos en el sistema de educación formal.

Un estudio comparativo de modelos de programas de EA que se enfoca en el acceso a la educación para niñas está investigando la eficiencia, efectividad y escalabilidad de modelos en áreas rurales, frágiles y de difícil acceso en Ghana, Nigeria y Sierra León. Estudiará modelos como los Enfoques Estratégicos para la Educación de las Niñas que se están aplicando en los distritos afectados por la pobreza en el norte de Ghana; Abordar la Educación en el Noreste de Nigeria que brinda educación alternativa a niños y jóvenes en comunidades de desplazados internos para completar programas condensados utilizando un plan de estudios escolar formal y facilitar su transición a la escuela formal; y el proyecto Círculos de Niñas para abordar las desigualdades que enfrentan las niñas a través de estrategias de empoderamiento de las niñas, tales como clubes de niñas, programas de radio y programas de entrevistas con alfabetización, aritmética y educación para la vida, incluyendo el apoyo a pequeñas empresas para grupos de niñas.

Otro proyecto en África Occidental tiene como objetivo mejorar las opciones para integrar a la escuela a los niños fuera de la escuela y ofrecer oportunidades educativas alternativas a aquellos que no regresarán. El proyecto emplea prácticas e innovaciones de educación no formal probadas, incluyendo vías para ampliar el modelo en seis países. 

En el sur de Asia, un proyecto en Bangladesh, Bután y Nepal estudiará la eficacia y escalabilidad de los programas para niños y niñas en barrios marginales urbanos, lugares rurales y remotos, y niños y niñas con discapacidades que están fuera de la escuela y corren el riesgo de abandonar la escuela.

Las desventajas a las que se enfrentan los OOSC son complejas, y las medidas para abordar estos obstáculos requerirán que se afronten las desigualdades relacionadas con factores como la pobreza, el género, la etnia, el idioma o la ubicación geográfica. Para garantizar que ningún niño quede excluido de la educación se necesitarán políticas inclusivas y enfoques innovadores. Confiar únicamente en el enfoque general de la educación existente sólo significará que el objetivo mundial de una educación de calidad para todos en 2030 será siempre difícil de alcanzar y seguirá siendo otra promesa incumplida.