Hay mucho sobre lo que reflexionar ahora que el año 2020 llega a su fin. Nos hemos enfrentado al desafío de reinventar cómo trabajar, socializar, aprender y simplemente coexistir en medio de una pandemia mundial. En el centro de esta disrupción ha estado la educación. COVID-19 ha puesto al descubierto el papel esencial que desempeña la educación en nuestras vidas, desde brindar apoyo psicosocial, de salud y nutricional esencial; preparar a niños, niñas y jóvenes con conocimientos y habilidades fundamentales para un mundo que cambia rápidamente,; y proporcionar un espacio seguro que permita a los padres trabajar. La educación ha ocupado el lugar central que le corresponde en el 2020.
Y ahora, con un nuevo año por delante, el mantra es reconstruir de mejor manera. La interrupción causada por la pandemia, y su impacto de gran alcance, requiere enfoques educativos innovadores a gran escala que transformen los sistemas educativos para satisfacer las necesidades de todos los niños. Pero la pregunta sigue siendo: ¿cómo lo hacemos? ¿Cómo podemos aprovechar mejor lo que está funcionando y adaptarlo y llevarlo a más comunidades? ¿Cómo podemos seguir innovando y experimentando de manera que se aborden las desigualdades profundamente arraigadas y se mantengan más allá de los ciclos de financiación a corto plazo de los proyectos?
En un esfuerzo por contribuir a estas preguntas e inquietudes fundamentales que enfrentan los sistemas educativos de todo el mundo, el Centro para la Educación Universal en Brookings se enorgullece de asociarse con el Intercambio en Conocimiento e Innovación (KIX) de la Alianza Global para el Educación para investigar y producir recursos prácticos que permitan llevar innovaciones educativas a escala, con especial atención en los países de ingresos bajos y medianos. A través de este nuevo proyecto, conocido como Investigación sobre la ampliación de la escala del impacto de las innovaciones en la educación (ROSIE, por sus siglas en inglés), CUE está colaborando con un subconjunto de proyectos financiados por KIX para contribuir a construir una base de evidencia procesable sobre la escalabilidad sostenible y equitativa en la educación.
El enfoque de ROSIE se basa en el proyecto Millions Learning de CUE, que identificó los impulsores clave para la ampliación de la escala en la educación en torno a cuatro temas generales:
- Diseño: mejorar el aprendizaje a escala requiere una planificación del escalamiento desde el inicio de los proyectos, siempre intentando responder a la demanda local; asegurar un aprendizaje rentable; mantener una adaptación flexible; dando importancia a los maestros y aprovechando la experiencia de la comunidad.
- Entrega: la entrega a escala requiere una combinación de estrategias políticas, técnicas, económicas, sociales y culturales. Esto implica la creación de asociaciones y alianzas; cultivar partidarios y líderes en todos los niveles; aprovechar las ventanas de oportunidad; utilizar tecnologías apropiadas; y el uso de una variedad de datos para impulsar mejoras de forma contínua.
- Financiamiento: el financiamiento debe basarse en modelos de costos precisos y transparentes que tomen en consideración la calidad, la equidad y la inclusión. La forma en que se asignan los recursos es tan importante como las cantidades totales. Esto incluye la identificación de financiamiento flexible para desarrollar capacidades; la adopción de un enfoque a largo plazo que invierta en capacidades organizativas básicas; y la activación de la financiación de “fase intermedia”.
- Entorno propicio: por muy críticos que sean estos otros tres aspectos, la ampliación de la escala no ocurre en el vacío. El entorno en el que opera una política o programa desempeña un papel fundamental para facilitar o impedir el proceso de ampliación de la escala. Los impulsores clave incluyen un entorno político de apoyo y una cultura de investigación y desarrollo.
Una cohorte inicial de proyectos de KIX participará en ROSIE, aportando su vasta experiencia y desafíos y preguntas para explorar relacionados con la ampliación de la escala. A ellos se unirán otros proyectos regionales de KIX a mediados de 2021.
Uno de nuestros primeros pasos será trabajar con estos proyectos KIX para identificar colectivamente un conjunto de preguntas de aprendizaje comunes que la investigación- acción de ROSIE explorará de manera colaborativa. Estas preguntas abordarán cuestiones relacionadas con el proceso, tales como impulsores, limitaciones, compensaciones e incentivos, sobre la ampliación de la escala y los cambios de sistemas que sean de interés directo para los proyectos KIX y relevantes para la comunidad educativa en general.
Esto se complementará con investigaciones adicionales que examinen cómo los tomadores de decisiones nacionales en materia de educación abordan la ampliación de la escala, incluyendo la forma cómo identifican las innovaciones a escala, lo que ven como algunos de los impulsores e impedimentos clave para escalar las innovaciones educativas y cómo las innovaciones pueden diseñarse para integrarse a y sostenerse dentro de los sistemas gubernamentales existentes.
Esperamos compartir regularmente los hallazgos e ideas prácticas de la investigación a lo largo de los tres años del proyecto, elaborando meta-aprendizajes de los proyectos de KIX y de la investigación complementaria. Al final del proyecto, desarrollaremos un conjunto de recursos específicos para abordar los desafíos comunes y los impulsores específicos de la ampliación de la escala así como las condiciones que la permiten. Esperamos que ROSIE haga una contribución importante a nuestra comprensión colectiva de cómo se pueden diseñar, adaptar y escalar las innovaciones educativas para construir sistemas educativos más fuertes y resilientes —lo que lleva a un cambio transformador mucho más allá de las interrupciones inmediatas provocadas por la pandemia.
